Y nosotros la celebramos de la mejor manera...haciendo flores de colores para colocarlas en nuestro árbol que nos representa todos los años cada estación.
El sol nos acompañaba y los olores de esta maravillosa estación se palpan. Rotuladores en mano y dejamos fluir la imaginación.
¿el resultado?
¡nuestro propio árbol!
¡Qué árbol tan alegre y tan bonito, seguro que es reflejo del ánimo y las ganas que le ponen nuestros niños y su seño!
ResponderEliminarEstupendo árbol, y sobre todo lo estupendo es todo lo que han aprendido haciéndolo.
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